Cómo encontrar tu postura definitiva en la oficina
Cómo sentarse bien es una tema muy común en oficinas y colegios pero bien es cierto, que a algunas personas se les hace absolutamente imposible mantener una postura correcta. Hoy desde nuestra clínica, os hacemos llegar unos sencillos consejos con los que podréis encontrar vuestra postura idónea definitiva.
Sentarnos bien es realmente importante y es que la mayoría de nosotros ha sufrido dolores de espalda que acaban afectándonos más de lo que creemos (problemas de visión, dolor de cabeza, calambres…) simplemente por no sentarnos bien. Así que para empezar, debemos tener claro que es un error creer que una postura debe ser algo estático. Permanecer quieto y de forma «ultracorrecta» es un error ya que esto nos puede crear mucha tensión y esto puede convertirse en algo contraproducente. ¿Lo mejor? Encontrar «nuestra postura».
1. Una silla puede ser muy ergonómica, tu mente también.
Cuando te vayas a sentar debes tener una sensación parecida a que quieres ir arriba desde el suelo. Parece una tontería, pero inténtalo, notarás enseguida la diferencia. Te colorarás de forma correcta en un momento.
2. Tu columna puede ser un respaldo perfecto
Nuestra columna vertebral aguanta y reparte el peso de la cabeza y del resto del cuerpo. Cuando nos sentamos en una silla, solemos ir a buscar su respaldo de manera automática. Esto puede crear una sensación de que no somos capaces de sentarnos sin la ayuda del respaldo y créenos, sí podemos. Es importante localizar bien nuestra columna así que intenta esto:
1. Mueve tu cabeza como si asintieras y negaras. Nuestro punto de giro se encuentra por detrás de las orejas, hacia el interior de la cabeza. Ahí comienza nuestra columna vertebral.
2. Y ahora la pregunta de oro ¿donde termina la columna? Muchos pensamos que es por la cintura pero no, realmente llega hasta la zona de las nalgas. Si probamos a sentarnos encima de nuestras manos, notamos un par de huesos en punta, estos huesos son los isquiones. Nuestra columna vertebral termina ahí.
3. Silla + suelo
Recuerda: nunca debes tener el pecho adelantado ni la espalda encorvada. Si de ninguna manera puedes conseguirlo, intenta encontrar los isquiones (los huesos que te hemos comentado antes) y deja que el peso baje hasta ellos sin forzar los glúteos. ¿Ves? ¡El cuerpo encuentra la postura automáticamente! Además, facilitaremos a que nuestros pies estén totalmente apoyados en el suelo (una de las cosas que más nos suele costar).
4. No te olvides de las rodillas
Si sueles notar al sentarte que tus muslos están tensos, seguramente es que llevas las rodillas hacia ti. Intenta pensar en que tus rodillas se pueden alejar del tronco. De esta manera lograremos que una parte de nuestro peso baje por las piernas hasta el suelo.
5. El truco de los ojos
Un truco para evitar que la cabeza se cargue sobre nuestras cervicales es comprender que nuestros ojos y nuestra cabeza se mueven por separado. Prueba a dejar que la cabeza descanse en una posición y mueve los ojos despacito de un lado a otro. Con esa postura, podrás bajar los ojos para mirar el teclado o la pantalla del ordenador y no sobrecargar la zona del cuello.
6. Axilas
Recuerda: la mesa ni el reposabrazos sujetan tus brazos, quienes lo hacen son tus omóplatos y nos podemos portar muy bien con ellos haciendo lo siguiente: cuando utilices el ratón del ordenador, imagina que sujetas un huevo en tu axila. Tu codo no tendría por qué estar apoyado sobre la mesa, no obstante, codo y muñeca deberán estar en línea.
Y para finalizar, recuerda que es muy importante hacer dos cosas más:
– Ajustar la silla y la altura de tu monitor. Tómate tu tiempo, es imprescindible que te sientas cómodo.
– ¡No estés sentado todo el día! Levantate cada cierto tiempo, ve a por agua, ve a mirar por la ventana… cualquier excusa es buena para que el cuerpo deje de estar en la misma postura, a la larga lo agradecerás.